La atmósfera encantadora, atención excepcional, hermosos jardines, maridaje perfecto con el Pazo, ciudad con mucho encanto, historia fascinante, comodidad y calidad en la habitación, cocina bien equipada, detalles cuidados con esmero, catas de vino impresionantes.

Imposible encontrar algo.

villa maragaridi superó nuestras expectativas en todos los sentidos. las instalaciones impecables, el jardín histórico y la piscina fueron algunos de los detalles que nos encantaron. además, el propietario y su ayuda fueron muy amables y atentos, haciéndonos sentir especiales. definitivamente volveremos pronto.

El clima no fue el mejor durante nuestra estancia, pero eso obviamente no es culpa de ellos.

Hermosos jardines con historia y propietario amable e informativo. Habitaciones impecables, cómodas y bien equipadas. Detalles cuidados y comida generosa. Un lugar tranquilo, perfecto para relajarse. 10/10!

Todo fue espectacular en Villa Margaridi. Nuestra estancia fue maravillosa, disfrutamos de un apartamento precioso y en perfecto estado, rodeado de jardines increíbles. Destacamos la amabilidad de José, quien cuidó de cada detalle de nuestra estancia. Sin duda volveremos pronto, ¡es una maravilla!

Recomendaría el lugar sin duda alguna.

El lugar es espectacular, con jardines preciosos y una piscina maravillosa. La hospitalidad de Hugo y José fue excepcional, siempre pendientes de nosotros. La cata de vino y la visita a los jardines históricos fueron una experiencia única. La habitación era hermosa, con una decoración cuidada y todos los detalles bien pensados. La calidad de las toallas y la ropa de cama era excelente. Además, nos dejaron aperitivos y alimentos para desayunar. Sin duda, es difícil encontrar un hotel como este en la actualidad.

Me sentí como en casa, no me puedo quejar.

Alojamiento precioso, equipamiento completo, anfitrión extraordinario, catas de vino, ubicación conveniente. Villa Margaridi es un lugar excepcional para descansar, disfrutar de la belleza del jardín y explorar la zona de Guimaraes.

No había nada que no me gustara.

Pueblo bonito, cerca de Braga para visitar Oporto en tren. Casa preciosa, con detalles y vistas a la montaña y jardín. Volveremos! Gracias José!

La limpieza, el buen gusto en el mobiliario, la imagen, lo cuidado de las zonas verdes, la tranquilidad que transmite el lugar, el vino de Oporto que ofrecen. Cada uno de los detalles de la Villa te obliga a regresar.

Me sentí como en casa, no he tenido ningún inconveniente.

Un lugar de ensueño, precioso apartamento

No hay nada que no me haya gustado.

El lugar es idílico, escondido a las afueras de Guimaraes, rodeado de naturaleza. El jardín era impresionante, lleno de siglos de historia, y tuve la oportunidad de que José me lo enseñara personalmente. La atención a los detalles fue impresionante y el anfitrión se aseguró de que no faltara de nada. Las casitas estaban perfectamente preparadas y decoradas con mucho gusto. Sin duda, si vuelvo por la zona, volveré a Villa Margaridi para sentirme como en casa de nuevo.

Solo eché de menos un servicio de restaurante o cafetería en las instalaciones, para no tener que salir de allí en varios días. Pero por decir algo.

Mi experiencia en Villa Margaridi fue excepcional. El anfitrión estaba siempre pendiente de mi comodidad y me hizo una visita interesante por el jardín del alojamiento. Aunque el desayuno no estaba incluido, me proporcionaron pan fresco por las mañanas y había fruta y otros alimentos disponibles en la habitación. Me sentí como en casa y disfruté de la tranquilidad y belleza del lugar.

Ninguna queja 😊

Me encantó la combinación de lo rústico y lo moderno en un entorno idílico con espectaculares jardines y una piscina. Fue estupendo que nos dejaran la nevera llena con productos para desayunar, además de los deliciosos croissants y pan fresco que nos dejaban cada mañana en la puerta. El trato del personal fue inmejorable, haciéndonos sentir especiales en todo momento.

Os recomiendo este fantástico lugar.

El lugar es realmente idílico, con un jardín histórico y una ubicación perfecta, cerca del centro pero rodeado de naturaleza. La casa en la que nos hospedamos, del siglo XX y restaurada con mucho esmero, era preciosa y estaba completamente equipada. Disfrutamos de las tardes leyendo en el porche y de las cenas al aire libre en la encantadora parcela con césped. Lo mejor de todo fue el anfitrión, quien se preocupó por cada detalle y nos hizo sentir como en casa, e incluso mejor. Las catas de vino del viñedo propio fueron una experiencia inolvidable. Sin duda, este lugar merece un 10. Volveremos en nuestras próximas vacaciones.

El tiempo no nos acompañó mucho durante nuestra estancia, pero gracias a los ventanales no nos sentimos enclaustrados en ningún momento. Además, echamos de menos un servicio de restaurante o cafetería en las instalaciones para no tener que salir en varios días, pero eso es solo un pequeño detalle.

La casa es preciosa, con un jardín espectacular que las fotos no le hacen justicia. Está bien equipada y cuenta con un porche y una zona al aire libre perfectas para relajarse. Lo mejor de todo es el anfitrión, que nos hizo sentir como en casa y nos ofreció catas de vino del viñedo propio. Fue una experiencia increíble y nos quedamos con ganas de volver.

Recomiendo este hotel, es total.

La limpieza impecable, las instalaciones del hotel son excelentes, el personal es amable y atento en todo momento.

Nada, ninguna queja.